En primer lugar, agradecer a todos/as el esfuerzo y la colaboración en la realización de esta primera evaluación inicial. Sé que cuatro horas continuas presenciales, después de una intensa jornada laboral en vuestros ricos puestos de trabajo (economistas, contables, directivos, etc.), actúa de condicionante en mantener la atención de cinco a nueve de la tarde y llego y os hago zampar treinta preguntas (uf, como docente, ya me tengo ganada la censura en el cuestionario de calidad final que os pasarán los promotores de estos cursos).
Como os he comentado, uno de los objetivos de la evaluación que habéis realizado, ha sido detectar el nivel de preparación o conocimiento en materia de práctica y análisis contable, de forma que podamos adaptar el ritmo y la intensidad de la metodología didáctica a esas cotas instructivas del alumnado.
El hecho de que existan varios niveles no debe ser un problema, en todo caso, optar por una estrategia formativa distinta. Para aquellas personas que recientemente se han incorporado al mundo de la gestión administrativa, percibo que ese candor o pureza actuará de predisposición a adquirir los conocimientos que la nueva normativa contable incorpora.
Para las personas que llevan un tiempo ejerciendo de economistas, asesores fiscales, directores de administración, técnicos contables, administrativos, etc., tampoco deben tener miedo en cambiar el paso contable, todo lo contrario. Poseen los conocimientos de la normativa actual que les permitirá comparar ambos proyectos desde una órbita de conocimiento diferente.
Finalmente, para el resto de las personas que se han incorporado a esta fase formativa pero que llegan desde otros estadios profesionales (abogados, graduados sociales, administradores de fincas, profesores, …), porque su actividad laboral está relacionada directa o directamente con la contabilidad o, sencillamente, quieren ampliar sus conocimientos aprovechando este momento de cambio, sólo les diré que permanezcan como una esponja para absorber la máxima cantidad de conocimiento y que utilicen los recursos pedagógicos complementarios (telefono on line, consultas, blog, correo electrónico) para que el resultado de su formación sea lo suficientemente proactivo.
Como os he comentado, uno de los objetivos de la evaluación que habéis realizado, ha sido detectar el nivel de preparación o conocimiento en materia de práctica y análisis contable, de forma que podamos adaptar el ritmo y la intensidad de la metodología didáctica a esas cotas instructivas del alumnado.
El hecho de que existan varios niveles no debe ser un problema, en todo caso, optar por una estrategia formativa distinta. Para aquellas personas que recientemente se han incorporado al mundo de la gestión administrativa, percibo que ese candor o pureza actuará de predisposición a adquirir los conocimientos que la nueva normativa contable incorpora.
Para las personas que llevan un tiempo ejerciendo de economistas, asesores fiscales, directores de administración, técnicos contables, administrativos, etc., tampoco deben tener miedo en cambiar el paso contable, todo lo contrario. Poseen los conocimientos de la normativa actual que les permitirá comparar ambos proyectos desde una órbita de conocimiento diferente.
Finalmente, para el resto de las personas que se han incorporado a esta fase formativa pero que llegan desde otros estadios profesionales (abogados, graduados sociales, administradores de fincas, profesores, …), porque su actividad laboral está relacionada directa o directamente con la contabilidad o, sencillamente, quieren ampliar sus conocimientos aprovechando este momento de cambio, sólo les diré que permanezcan como una esponja para absorber la máxima cantidad de conocimiento y que utilicen los recursos pedagógicos complementarios (telefono on line, consultas, blog, correo electrónico) para que el resultado de su formación sea lo suficientemente proactivo.
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Bueno, por suerte, todavía nos queda un intenso mes de mayo por delante. Ánimo.
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Manuel.