Según Rafael Campo, socio de Deloitte, cuando en 2009 entre en vigor la norma europea de gestión de riesgos, Basilea II, propiciará un cambio de actitud en los auditores (leído en la pág. 16 de Expansión, 3/5/07) y, con toda seguridad, un incremento de sus honorarios. El motivo es sencillo. El nuevo marco verificador incorpora sistemas más complejos de evaluación del riesgo de las empresas, exigiendo a los auditores niveles de formación distintos a los actuales, lo que implicará un incremento del coste de las firmas auditoras en materia de adaptación y reciclaje profesional, así como en la implantación de las nuevas metodologías de trabajo. Aspectos colaterales como la especialización sectorial o la figura de los expertos en gestión de riesgos, serán sumamente importantes. Posibles nichos de mercado para nuestros perfiles profesionales (eso espero).