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Lo anterior significa que deben incluir el IVA en el precio de venta y, a su vez, están obligados a presentar declaraciones periódicas donde informen sobre el IVA repercutido y el IVA soportado. Asimismo, los sujetos pasivos deben llevar un registro de las operaciones realizadas, que incluye la documentación de las facturas emitidas y recibidas. Este registro es esencial para poder justificar las deducciones que se puedan aplicar en el futuro[4]. Una de las ventajas más significativas para los sujetos pasivos es el derecho a deducir el IVA soportado en sus adquisiciones. Significa que pueden restar el IVA que han pagado en sus compras del IVA que deben ingresar por sus ventas. Sin embargo, este derecho a deducción está sujeto a ciertas condiciones y limitaciones[5]. Para que un sujeto pasivo pueda deducir el IVA soportado, debe haber realizado una adquisición de bienes o servicios que estén directamente relacionados con su actividad económica. Igualmente, la deducción debe realizarse en el período impositivo en el que se ha devengado el impuesto[6]. Existen limitaciones y exclusiones en el derecho a deducción que los sujetos pasivos deben tener en cuenta. También, hay ciertos gastos que no dan derecho a deducción, como los relacionados con actividades exentas o no sujetas al impuesto[7]. Lo anterior implica que los sujetos pasivos deben ser cuidadosos al clasificar sus operaciones y asegurarse de que cumplen con los requisitos establecidos por la ley. La LIVA contempla la figura de los sujetos pasivos que no están establecidos en el territorio de aplicación del impuesto.
En estos casos, las personas jurídicas que actúan como destinatarias de operaciones realizadas por empresarios o profesionales no establecidos pueden ser consideradas sujetos pasivos, siempre que cumplan con ciertos requisitos, como la comunicación del número de identificación fiscal[8]. Esto es especialmente relevante en el contexto de las adquisiciones intracomunitarias y las prestaciones de servicios, donde la normativa establece reglas específicas para determinar la obligación de repercutir el IVA y el derecho a deducción. Los sujetos pasivos son responsables de cumplir con sus obligaciones tributarias, y el incumplimiento puede dar lugar a sanciones y recargos. La ley establece que, en caso de que un sujeto pasivo no cumpla con la obligación de repercutir el IVA, la Administración Tributaria puede exigir el pago del impuesto correspondiente[9]. Además, los sujetos pasivos deben estar al tanto de las modificaciones en la normativa fiscal, ya que cambios en la ley pueden afectar sus derechos y obligaciones. Por tanto, el sujeto pasivo en el contexto del IVA es una figura clave que determina quién es responsable de la obligación tributaria. La Ley del IVA establece criterios claros para identificar a estos sujetos, así como sus derechos y obligaciones. Es fundamental que los sujetos pasivos comprendan las implicaciones de su condición, especialmente en lo que respecta a la repercusión del impuesto, la deducción del IVA soportado y las responsabilidades asociadas. El cumplimiento de las obligaciones tributarias no solo es esencial para evitar sanciones, sino que también permite a los sujetos pasivos optimizar su carga fiscal y aprovechar al máximo los beneficios que la ley les otorga. Fuente de la Información: LIVA.
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[1] Artículo 5 LIVA.
[2] Artículo 26 LIVA.
[3] Artículo 84 LIVA.
[4] Artículo 66 LIVA.
[5] Artículo 96 LIVA.
[6] Artículo 99 LIVA.
[7] Artículo 20 LIVA.
[8] Artículo 26 LIVA.
[9] Artículo 84 LIVA.